Con el título 1959, más de cien retratos pintados por el artista plástico y escritor cubano Juan Abreu, con los rostros de los fusilados por el régimen castrista, se exponen en la sede del Parlamento Europeo como denuncia de las violaciones a los derechos humanos en Cuba desde el mismo año en que la revolución tomaba el poder de la isla y se instaura la dictadura comunista de los Castro.
“La indignación, uno de los motores principales de mi trabajo”, explica el pintor cubano Juan Abreu Abreu, autor de la exposición 1959, compuesta por 120 retratos de fusilados por el castrismo, en el edificio Altiero Spinelli del Parlamento Europeo en Bruselas.
“Comencé pintando algunas escenas de fusilamientos. Y luego investigué un poco y comencé a ver los rostros de toda esta gente asesinada. Y digo asesinada porque en Cuba bajo los Castro no hay, ni ha habido nunca, justicia independiente, así que ninguna de estas personas tuvo un juicio justo. Los Castro han usado la pena de muerte desde el inicio de la dictadura como política disuasoria. Todo cubano sabe que lo pueden fusilar si el gobierno lo considera necesario para el buen curso de la Revolución. Patria o Muerte siempre ha significado Obedece o Muere”, explica.
“No he intentado hacer retratos convencionales, sino acercarme a los rostros, muchas veces borrosos –conservados a veces en viejas fotografías–, de forma franca y veloz, con el propósito de crear una imagen poderosa y musical”, dijo Abreu en la inauguración de la exposición, el martes 7 de febrero. “Aspiro a que reunidos (los retratos) tengan un lenguaje común y funcionen como una unidad pictórica. 1959 es un solo cuadro compuesto por cientos de cuadros”, explica el artista.
5 MIL VÍCTIMAS DE LA DICTADURA CUBANA
La invitación a la exposición informa que “en el primer año del régimen de Castro en el poder (1959-1960) casi 1,000 fueron ejecutados en el pelotón de fusilamiento”. Este tipo de ejecuciones se mantuvieron hasta el 2003, y aunque no se sabe la cifra exacta, se calcula que las víctimas ascienden a 5,000”.
El director del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo, Pedro Corzo, quien padeció prisión política y vio partir al pelotón de fusilamiento a varios de sus compañeros de lucha, valora la labor que realiza Abreu.
“El trabajo que está haciendo merece todo nuestro respeto y admiración”, dijo Corzo. “Es muy importante que se conozca dentro y fuera de Cuba el sangriento pasado del castrismo. Ojalá otros artistas sensibilizados con el padecer de nuestra nación sigan la pauta que está marcando Juan. Particularmente me siento orgulloso de su proyecto y cómo lo está ejecutando”.
Juan Abreu salió de Cuba durante el éxodo del Mariel, en 1980, vivió varios años en Miami hasta que se estableció en Barcelona, España, donde ha continuado su labor como pintor y escritor. Comenzó esta serie de retratos alrededor del 2012. Hasta la fecha ha realizado 302 de estas imágenes en lienzos de 27 x 35 centímetros, al óleo, a partir de fotografías de las víctimas de los fusilamientos.
Reconoce que una de sus mayores dificultades ha sido conseguir las imágenes, aun así ha tenido como fuente los Archivo Cuba de Werlau y contado con el apoyo del preso político Luis González Infante, quien puso a su disposición sus libros sobre el presidio y los fusilamientos en Cuba.
“Sin ellos mi trabajo no hubiera sido posible. Por otro lado, algunos familiares de fusilados, enterados de mi proyecto, me han enviado fotografías de sus seres queridos. Pero muy pocos, lamentablemente”, dijo el pintor, que puntualiza que todos los retratos “se han hecho a partir de una fotografía. A veces fotografías de muy mala calidad”, pero siempre usando fotografías como fuente.