– En una carta abierta a las comunidades educativas de Entre Ríos, desde el Programa “Jóvenes x la Memoria” consideraron una “necesidad” que “la desaparición de Santiago Maldonado sea abordada en las escuelas” • “Estamos ante un acontecimiento que excede las divisiones partidarias en el marco de una sociedad democrática y de un Estado de derecho”, afirmaron a APFDigital
“Quienes llevamos adelante el programa Jóvenes x la Memoria (JxM) en Entre Ríos entendemos que es necesario realizar una serie de consideraciones respecto de la necesidad de que la desaparición de Santiago Maldonado sea abordada en las escuelas. Es de público conocimiento que numerosos trabajadores y trabajadoras de la educación se han encontrado con la oposición de directivos, padres y otros docentes al intentar llevar información a sus alumnos sobre este caso en particular y sobre qué significa una desaparición forzada. Sabido es también que desde el gobierno nacional se incentiva el rechazo a esta acción educativa y que una parte de la sociedad acepta los argumentos mediante los cuales se pretende evitar que se hable del tema tanto en la escuela como en distintos ámbitos”, sostuvieron desde el Programa en una carta abierta dirigida a la comunidad educativa.
“Algunas de esas argumentaciones, que transmiten públicamente funcionarios del gobierno nacional, señalan que la búsqueda de Santiago se ha ´politizado´ e ´ideologizado´ y que es utilizada por partidos y agrupaciones opositoras a Cambiemos para beneficio propio y para dañar la imagen de la alianza gobernante y sus representantes. Y en las aulas –sostienen– no hay lugar para la política y la ideología, a lo que califican despectivamente como ´adoctrinamiento´”, indicaron.
“Ante esto, lo primero que tenemos para decir es que estamos ante un acontecimiento que excede las divisiones partidarias en el marco de una sociedad democrática y de un Estado de derecho”, agregaron.
“Santiago desapareció durante la represión de una protesta por parte de Gendarmería Nacional. Así lo denuncian sus compañeros, sus amigos y su familia, es decir, las víctimas, los afectados, los que más que nadie lo esperan y más que nadie quisieran que esto nunca hubiera ocurrido. Hay una madre, un padre, hermanos, que desde hace un mes despiertan cada mañana deseando que sea el día en que él aparezca con vida y todo esto tenga el mejor desenlace posible. Pensar que esto es un plan para perjudicar al sector político que hoy decide los destinos del país es una burla para los que soportan como pueden la angustia de la ausencia”, afirmaron.
“Se busca prohibir que se hable de esto en las aulas con el argumento de que allí no debe haber lugar para la política o la ideología y eso es, en primer lugar, una falacia porque la política nunca es ajena al acto educativo, como a ninguna actividad humana, y porque la ideología y la política son parte de la vida en comunidad y son necesarias en tanto y en cuanto promueven la participación ciudadana para la transformación social y la construcción de una sociedad más justa”, aseguraron.
“Además implica un acto de censura ante un hecho que nos afecta a todos y que como sociedad no podemos dejar pasar. Esta prohibición también es política y elegir no decir nada también es político. Defender y promover los derechos humanos son acciones profundamente políticas, decidir no hacerlo también lo es”, señalaron.
“Como mencionamos, observamos un intento de retroceso que tiene coherencia con otras operaciones discursivas que se han diseñado con el propósito de desprestigiar a los organismos de derechos humanos, erosionar el consenso social sobre el Nunca Más logrado tras décadas de lucha, re instaurar la teoría de los dos demonios, relativizar el genocidio y los 30.000 desaparecidos y, entre otros objetivos, licuar la responsabilidad de quienes cometieron o instigaron o permitieron que se cometan aberrantes crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura cívico militar”, añadieron.
“En ese mismo sentido, ahora se quiere banalizar una desaparición con el pretexto de que las desapariciones son cosa frecuente en este país, obviando deliberadamente que se trata de una desaparición forzada, en el marco de la represión de una protesta, represión que fue llevada adelante por una fuerza del Estado a las órdenes del Ministerio de Seguridad de la Nación”, argumentaron.
“El Estado utiliza los mismos recursos discursivos que se utilizaban durante la última dictadura: habla de una persona extraviada, encubre a la Gendarmería, culpabiliza a los damnificados, construye la figura del enemigo para el cual no rigen las garantías y lanza versiones contrarias a las denunciadas por las víctimas a través del aparato mediático hegemónico que tiene a su disposición. Una aclaración obvia: afirmar esto no equivale a decir que estamos en una dictadura; si lo estuviéramos, no podríamos hacer pública esta carta sin poner en riesgo nuestras vidas”, indicaron.
“Estas son las razones, entonces, por las cuales es necesario hablar de Santiago Maldonado en las escuelas. Porque, fundamentalmente, se pasó un límite que la democracia no admite cruzar. Y hablamos de democracia, no de partidos políticos con los que se pueda ser más o menos afines. El Estado tiene la función de garantizar los derechos más elementales de todos y todas, no de vulnerarlos, pisotearlos, negarlos. Ningún posicionamiento político puede avalar que se transgreda esta norma básica del Estado de derecho”, concluyeron.
• Sobre Jóvenes x la Memoria
Jóvenes x la Memoria es un programa que se lleva adelante en Entre Ríos desde 2010 y se propone el abordaje de la historia reciente en la escuela secundaria a partir de una propuesta concreta: que sean los alumnos quienes se apropien significativamente de las experiencias pasadas en torno al eje: dictadura cívico-militar y democracia. Busca que la memoria sea una herramienta de transformación de la sociedad, de la escuela, del barrio, que sean los jóvenes quienes se entiendan protagonistas y motores de cambios.
“Apoderarse de la memoria, complejizarla, construir su sentido”, son los objetivos de J x M, que “se actualizan hoy más que nunca, cuando Santiago desaparece a cada minuto, cada vez que quienes saben qué pasó con él desde ese 1 de agosto siguen callando, y quienes tienen la obligación de encontrarlo, siguen encubriendo”, sostuvieron desde el Programa provincial. (APFDigital)