La investigación Voces del Silencio: Tiempos y Lugares de la Memoria, trata de las narrativas y experiencias de la vida cotidiana con mujeres, niñas y niños kankuamos desplazados, residentes en Riohacha, como ejercicio pedagógico de reconexión identitaria desde el modelo educativo propio del pueblo kankuamo Makú Jogúki, OEK.
La monografía consta de 150 páginas e inició el proceso investigativo desde que cursaba el cuarto semestre, concretándola en 18 meses, entre el 2015 y 2016.
Las muestras se tomaron en los barrios: Majayura, José Antonio Galán, 20 de Julio y Los Nogales de la capital guajira, con entrevistas y experiencias compartidas con mujeres, jóvenes y docentes de las comunidades de: Atanquez, Pueblo Bello, Rioseco y GuataparI.
Su autora es una lideresa kankuama desplazada, residente en Riohacha, etnoeducadora integrante del semillero Putchi Anasü (Palabra Sabia) de la Universidad de La Guajira.
A través del ejercicio de tejer y materializar el resultado en una mochila de fique, se convirtió en el sujeto de la memoria colectiva.

Para Gutiérrez Montero, “no hubo voces pero cada puntada hablaba”. En la mochila quedaron plasmados sentimientos de miedo, dolor, rabia, inconformidad, injusticia. Es la evidencia de miles de mujeres víctimas de la violencia y de la injusticia.
A juicio de los jurados evaluadores María Fernanda Giraldo y Jorge González Bermúdez, docentes de la institución, el trabajo se hizo merecedor porque creó una metodología propia a partir del uso de técnicas interactivas, conversaciones, talleres en contexto, entre otros elementos que renuevan el trabajo de campo en la investigación cualitativa etnográfica.
Otro hecho puntual fue que en la matriz epistémica Territorio Cuerpo Memoria para estudiar la identidad kankuama creó un enfoque original, que permitió entrenzar la metodología Chipire: Puntada Palabra Memoria, para abordar la educación propia como eje transversal.
De igual manera la articulación/fusión de la autobiografía y la etnografía colectiva muestran el rol activo de las estudiantes en la transformación de las realidades interculturales.
También se valoró lo experiencial, ella muestra su proceso como mujer indígena desplazada y propuso un ejercicio pedagógico de reconexión desde el modelo educativo del pueblo kankuamo.
La originalidad y novedoso del tema para abordar los aristas del conflicto armado en Colombia y el desplazamiento de las comunidades amerindias fue otro aspecto que se destacó.
El reconocimiento a este trabajo constituiría un respaldo importante de la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Universidad de La Guajira a la agenda política del pueblo kankuamo y a los procesos de desarrollo curricular que son necesarios para la implementación del Sistema de Educación Indígena Propio (SEIP) en su territorio y fuera de él.
La dirección estuvo a cargo de Yolanda Parra, socióloga, doctora en Pedagogía de la Universidad de Bologña, en Italia, profesora de planta de la Licenciatura en Etnoeducación e investigadora del grupo A’ain (Principio Motor de Vida) quien asegura que la monografía involucra todas las voces que fueron silenciadas durante el conflicto armado en Colombia y a partir de ahí, cobran vida las narrativas que aborda desde su experiencia personal.
La joven agregó que el producto “es considerado un aporte a la implementación del postacuerdo en el proceso de paz”.