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El matancero Sergio Pichardo fue elegido para interpretar el toque de silencio en la velada solemne en memoria del Comandante Ernesto Che Guevara, en octubre de 1967…

 

MATANZAS.–El matancero Sergio Pichardo fue elegido para interpretar el toque de silencio en la velada solemne en memoria del Comandante Ernesto Che Guevara, en octubre de 1967. Aunque la ejecución duró apenas unos 30 segundos, recuerda aquel breve instante como un momento importante en su ya larga vida como músico.

A la sazón tenía 24 años de edad e integraba en calidad de trompetista la Banda de Música del Estado Mayor General. «Un día me llamaron a la oficina del director y me preguntaron si yo era capaz de tocar en cualquier lugar esa nota musical que suele invocar a los héroes para rendirles el mayor de los respetos».

Pichardo asintió sin preguntarse a ciencia cierta de qué se trataba, y tras mostrar su disposición tuvo que ensayar a lo largo de varios días hasta convencer al organizador del histórico acontecimiento. Cuando supe en detalles sobre la magnitud y solemnidad de la ceremonia estuve resuelto a hacerlo con extrema exquisitez, asegura.

Medio siglo después rememora que el toque de silencio es una ejecución muy sencilla, pero insiste en que aquel fue un acto muy conmovedor.

«En medio de una tensión dramática subí con mi trompeta al podio indicado para rendir honor al Guerrillero Heroico, muy cerca de donde se encontraban Fidel y el resto de los más altos dirigentes de la Revolución. En el aire había un sentimiento como de tristeza».

A pesar de su juventud, el destacado trompetista yumurino ya conocía de las virtudes y hazañas del Che, legendario luchador a quien tenía por un hombre de gran temple y que había causado una profunda impresión entre todos los cubanos. Sus simpatías por el Che fueron creciendo con el paso del tiempo.

Sergio Pichardo asevera que rara vez habla del privilegio que significó haber sido escogido entre tantos buenos
trompetistas para interpretar el toque de silencio aquel día en la Plaza de la Revolución.

Mencionó que la música escogida para la ceremonia fue Suite de las Américas, de Dámaso Pérez Prado, melodía que ha servido para identificar a la figura del Che Guevara.

Cree que entonces, quizá por su juventud, no estimó en toda su dimensión la importancia de lo ocurrido.

Este artífice de la música yumurina trabajó bajo la dirección de maestros orquestales como Mario Romeu, Rodrigo Pratts y Adolfo Guzmán, entre otros, y fue primera trompeta de la Riverside, popular agrupación distinguida por la voz de José Antonio Tenreiro Gómez.

Trabajó además con el grupo Yaguarimú y desde el 2009 es fundador y director de Casino Bellamar, orquesta del formato jazz band. Ahora está animado porque recibe el apoyo para que dicha orquesta retome un espacio.

Pese al transcurso de los años, Sergio Pichardo no olvida aquel día en que interpretó el toque de silencio durante la velada solemne en memoria del Comandante Ernesto Che Guevara.