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Este lunes, se dio a conocer la campaña Jajoheka Jajotopa, que busca identificar a desaparecidos de la dictadura con una gota de sangre. El doctor Rogelio Goiburú explicó cómo será exactamente el proceso de cotejo de los datos genéticos.

A través de la dirección general de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, se dio a conocer a principios de esta semana una nueva iniciativa que se plantea como objetivo identificar a los restos óseos existentes de los desaparecidos, utilizando tan solo una gota de sangre de los potenciales familiares, lo que permitiría comparar los datos genéticos y determinar así a qué fósil corresponde la identidad y el vínculo sanguíneo con el familiar que lo busca.

Se trata de la campaña Jajoheka Jajotopa, impulsada por la dirección general de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, así como también la Dirección de Memoria Histórica y Reparación.

El proyecto apunta a brindar identidad a los 32 restos óseos que fueron hallados y que aún aguardan ser identificados, de manera a brindar paz a sus familiares después de tantos años de sufrimiento.

¿CÓMO SE HACE?

El doctor Rogelio Goiburú, titular de la Dirección de Memoria Histórica del Ministerio de Justicia, precisó que las personas que sepan que tienen algún vínculo sanguíneo ya sea de primea línea o relativamente lejano con alguna persona desaparecida durante la dictadura, deben acercarse a las oficinas de la Dirección de Memoria Histórica y Reparación, ubicada en la calle Estados Unidos y su intersección con República de Colombia.

Una vez allí, usted comunica la decisión de someterse a una extracción sanguínea para dejarla en el banco genético de la institución. En el lugar disponen de los implementos para realizar el proceso, que es muy sencillo, pues nada más se extrae una gota de sangre del dedo índice, por medio de un pequeño pinchazo.

Recordemos que se estima la existencia de unos 400 desaparecidos durante el régimen stronista, pero el doctor Goiburú precisó que esta cifra puede ser mucho mayor si se tienen en cuenta los datos no registrados por falta de denuncias.

El doctor explicó que si bien con este proceso de comparación de datos a través del banco genético, no se logrará identificar a los 400 desaparecidos que se quisiera, es “un gran primer paso”, para dar consuelo a al menos este primer grupo de personas, y luego seguir con la búsqueda de más restos óseos.