Se avanza en la estructuración del Lugar de Memoria y en elMuseo Regional de Memoria Histórica.
Cuando se habla de un lugar de memoria, algunos se imaginan una casa, otros un monumento o ambas cosas, o quizá un árbol que simbolice el hecho que se quiere perdurar. En el caso del Valle, las víctimas del conflicto armado trabajan en dos proyectos: en un Museo de la Memoria que se ha visualizado en el Edificio de Coltabaco y en un Lugar de Memoria que ocupará la sede de la Asamblea.
“Cuando las víctimas reclaman ese ejercicio de memoria siempre están pensando en algo muy importante y es que esos lugares, esa memoria, y los acontecimientos que están ilustrando esa memoria, sean conocidos más allá del escenario físico de donde ocurrieron”, dice Gonzalo Sánchez, director del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), entidad que se encargará de proyectar esa memoria a la escena nacional.
“Hay iniciativas obligadas por la propia naturaleza de los hechos, caso de la Asamblea, que lo convierte en el lugar más significativo de la memoria, los diputados, las víctimas, habitaban este espacio; pero esto no es incompatible con que haya otros ejercicios de memoria. Pensando en la cercanía del Edificio de Coltabaco se puede pensar en elementos diferenciados que, de alguna manera, se integren después, físicamente, como un camino peatonal; yo no doy la formula, pero resalto que una iniciativa de memoria, ligada a un hecho, no anula las otras”, recalca Sánchez.
Al CNMH le encargaron rescatar la experiencia de vida de los 11 diputados secuestrados por las Farc cuando sesionaban en la Asamblea el 11 de abril del 2002 y asesinados en cautiverio el 18 de junio del 2007. La idea es entregarlos en abril próximo.
Los perfiles tienen un sentido especial y es recuperar la imagen no solo familiar, sino la imagen que proyectaban en todo el entorno
“De dónde venían, quiénes eran sus padres, qué actividades les interesaba, con cuáles sufrían más, con cuáles gozaban más, cómo se proyectaron en la escena política, su recorrido profesional; pero también, lo más cotidiano, qué comían, qué música escuchaban, cuáles eran sus hábitos. Es rescatar todo lo que la gente valora, y eso pasa por la figuración pública que pudieron tener en un momento, los sueños que tenían y que tenía su comunidad con ellos, porque ellos fueron representantes importantes de esa comunidad”, dice el director del CNMH.
“Hacemos un llamado para que este espacio, en donde tuvo lugar el secuestro de los 12 diputados y asesinato de un integrante de la Fuerza Pública, sea un escenario de memoria, de solidaridad con las familias de estas víctimas, de compromiso por mantener las iniciativas para preservar vivo el recuerdo de estos líderes”, sostiene Sebastián Arismendi, hijo de Héctor Fabio Arismendi, otro de los diputados sacrificados.
El Lugar de Memoria es un sitio de reparación para las víctimas que da cuenta de su dolor
En el Valle ya hay experiencias, como el Lugar de Memoria de Trujillo.
“Ese monumento, para mí, es de las cosas más impactantes que hay en este país, incluso es de las cosas que más impresiona a la gente de otros países cuando viene a Colombia porque esa es una experiencia muy temprana, está ligada a la masacre de los años 90; impresiona la carga simbólica que tiene, los restos puestos ahí, los nombres de las 343 víctimas; está en la parte alta del municipio, le habla a todo Trujillo. Por esas dinámicas de la memoria viva, va desarrollando nuevos elementos, comenzó como un gran monumento, pero hoy cuenta con un gran centro de documentación y un gran centro de encuentro”, señala Sánchez.
En Buenaventura está la Capilla de la Memoria y en Tumaco, la Casa de la Memoria. En Montes de María, en el Caribe Colombiano, trabajan en una carpa móvil que recorrerá 15 municipios.
Para el caso del Museo Regional de Memoria Histórica y Reconciliación para el Pacífico Colombiano ya se firmó un memorando de entendimiento entre la secretaría de Paz de Cali, la Unidad de Víctimas y el CNMH.
La idea es que abra en el 2019; está en la fase de apropiación social, en los ejercicios de articulación con las universidades para nutrir el componente teórico y al igual que el Lugar de Memoria de la Asamblea serán las propias víctimas, en este caso de la guerrilla, de los paramilitares y de las desapariciones forzosas, quienes definan la naturaleza del sitio, junto a la institucionalidad local.