Un estimado de 6,000 migrantes del Triángulo Norte han desaparecido en su ruta hacia EUA.
Organizaciones sociales, políticas y civiles en Latinoamérica conmemoraron ayer el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas con el reclamo de esclarecer el paradero de las miles de víctimas ante la ausencia de justicia en la mayoría de los casos.
Latinoamérica ha sido por años una de las regiones más afectadas por la desaparición forzada, como es el caso de las dictaduras en el Cono Sur, los conflictos armados en Colombia y Centroamérica, y que se ha recrudecido como método de represión por parte de pandillas, el narcotráfico y la violencia política.
En el Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, Nicaragua y Guatemala) la desaparición de inmigrantes está latente con una estimación de 6,000 en los últimos 15 años, según el experto del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Olivier Dubois.
La Pastoral de Movilidad Humana de Honduras denunció que 727 personas han desaparecido desde 1996 en su viaje a Estados Unidos.
En Guatemala, donde hace 20 años se firmó la paz, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico cifró en 45,000 las personas desaparecidas en medio del conflicto armado, con la mayoría de los casos aún sin esclarecer.
La procuradora salvadoreña, Raquel Caballero, pidió al Congreso ratificar dos convenios de la ONU y la OEA contra las desapariciones forzadas para saldar parte de la “deuda histórica” con las víctimas de la guerra civil (1980-1992), alrededor de 8,000.
Según cifras del Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres (SIRDEC), desde 1938 hasta el 31 de julio de 2017 se reportaban más de 124,000 personas desaparecidas en Colombia.
El representante de la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Jan Jarab, señaló que están registrados más de 30,000 desaparecidos y exhortó a abrir “un nuevo camino de justicia para las víctimas de desaparición” y reforzar “el régimen de protección internacional contra dicho flagelo”.
Uno de los casos más emblemáticos de México son los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en 2014, lo que según activistas y familiares es uno de los episodios de persistente impunidad y obstrucción a la justicia.
Durante la dictadura militar en Panamá (1968-1989) las desapariciones forzadas y homicidios documentados fueron de 110 casos, que corresponden a 70 asesinatos y 40 desapariciones.