Tras el decreto de Evo Morales en 2013, cada 17 de octubre en Bolivia se conmemora el «Día de la Dignidad Nacional», en honor a los fallecidos en las protestas populares de octubre de 2003 contra la exportación de gas boliviano a Estados Unidos (EE.UU.).
Morales eligió esta fecha porque fue el día en que huyeron a Estados Unidos «los masacradores y saqueadores», entre los que se encuentra el entonces presidente, Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003).
El presidente Evo Morales ha señalado que la «Masacre de Octubre» significa la culminación de una larga lucha del pueblo boliviano para dignificar el país y el final del modelo neoliberal «de saqueo y robo».
«Ya no más octubre negro»
Antes del decreto de Morales, la fecha se conocía en la nación de manera popular como «octubre negro». El mandatario aseguró que ahora sería conocida como «octubre de luz y esperanza”, haciendo hincapié en que en Bolivia había logrado recuperar su soberanía política y económica con la administración de sus recursos naturales y la implementación de programas sociales.
El decreto para celebrar el «Día de la Dignidad Nacional», aprobado por la Cámara de Diputados, tiene como objetivo revindicar «el sacrificio del pueblo en la recuperación de los recursos naturales» y dispone que las autoridades organicen actos de homenaje en conmemoración de esa fecha.
¿Cómo ocurrió la «Masacre de Octubre»?
Entre septiembre y octubre de 2003, fallecieron decenas de personas y hubo además cientos de heridos, producto de la represión contra las diversas movilizaciones populares bolivianas , impulsadas por la Central Obrera Boliviana (COB) y por la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, además del Movimiento Indígena Pachakuti, quienes se oponían a la exportación de los recursos naturales a EE.UU., a través de puertos chilenos.
Luego que el descontento empujara al pueblo a las calles, Gonzalo Sánchez de Lozada, el entonces presidente boliviano, autorizó la intervención militar contra quienes defendían el gas y pedían la renuncia de Sánchez de Lozada.
Los primeros caídos fueron 67 personas. Con el transcurso de los años, fallecieron otras 14 que estaban heridas a consecuencia de la represión militar-policial.
El exmandatario aún permanece en Estados Unidos, país que ha rechazado una petición de extradición de Bolivia para juzgarlo por los sucesos que hoy cumplen 14 años.