Por Telma Luzzani
El periodista argentino Luis Bruschtein subrayó el alto grado de «agresividad» que tuvieron las autoridades con la familia del joven desaparecido: «deslegitimaron su reclamo» y «se encargaron de sembrar mentiras». Según él, todo esto responde a una nueva forma de hacer política del gobierno argentino, que busca crear una nueva subjetividad.
En opinión de Bruschtein, todo el manejo del caso Maldonado, revela «un aspecto de la cultura política» del actual gobierno argentino, que tiene que ver con ser más abierto en sus ataques, por eso se ve claramente un hostigamiento tanto a la familia de Santiago Maldonado, como a Milagro Sala, presa política en la provincia de Jujuy.
«El neoliberalismo trata de crear una nueva subjetividad e imponer sus propios valores y por eso hacen las cosas abiertamente», afirmó.
En esta «nueva estrategia política, los políticos prácticamente no hacen las acusaciones. Ellos no se meten en el barro. Hablan con desdén y fingen estar por encima de estas cuestiones, cuando son ellos mismos los que generan esta campaña de una violencia inusitada, que genera también mucha violencia de la gente que los apoya. El rol de acusador corre por cuenta de los medios corporativos y del poder judicial», aseveró.
El caso Maldonado, «la desaparición y posterior aparición es por lo menos sospechosa» y deja ver «con claridad cuál es la línea dura que está bajando este gobierno a las fuerzas de seguridad», opinó el periodista. «El primer reflejo del gobierno (y lo mantiene hasta ahora) es cubrir la responsabilidad de la gendarmería». Esto conlleva un mensaje a todas las fuerzas represivas del Estado: «Se acabó el control. Ustedes obedezcan nuestras órdenes y pase lo que pase no serán castigados.»